Ejercicio poético-descriptivo de algunas obras de arte.
1.
La noche - Ferdinand Hodler
Simbolismo. La muerte, lo onírico y la inevitable presencia del abrazo. Las flores entre los desnudos, un espacio habitado por dos mundos; adentro, fuera, se desliza como aguja un secreto vergonzante, amantes, amantes, las sábanas aún arrugadas y el terror de no saberse amado, al candor de un abdomen deseoso.
2.
Drifting - Odd Nerdrum
Me hago ajena ante la obra, nueva; navego ese otro mundo, otros más pequeños navegan de fondo. La luz me interpela, fluye desde el plexo, dos líneas horizontales, entre los cuerpos, la galaxia, el centro es todo luz. Dos almas, dubitando, en silencio se esperan. No sé bien qué me causa, pero algo dentro, convulsiona.
3.
El sol en el caballete - De Chirico
Algo así es un mundo paralelo. Fuertes contrastes, sombras definidas, dos o tres lunas orbitando el sol, un sol que ha negado su lugar para tomar el lienzo, usurpar el trono del artista. Nadie hay en el inextricable tiempo de la pintura. Silencios furtivos interrogan a la oscuridad.
4.
La horrible indiferencia - Desiderio
Dos escenas. Ojos que no te miran. La muerte hace una única pregunta, a esa cadena interminable de cuerpos degollados por la luz.
5.
Estudio de una mano - Desiderio
Arrodillada ante la estupefacción de la belleza. Hueles la venda, no por su realismo evidente, sino porque es vaho, bruma, polvo; algo de su aura duele al mirarla, es sublime porque puedo habitarla como un micromundo, el tejido, la herida, la cortada, me voy a vivir allí una vida solitaria y única, es como si de repente, aquella mano irrumpiera frente a mí y yo me arrodillara dulcemente justo antes de rozarla con mis dedos...por alguna razón, la miro desde abajo en una hermosa y provocada diagonal.