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Un aburridísimo viaje, ¿en busca de qué? Esperando al rey, Tom Tykwer (2016)





Decepciona un poco ver este filme de Tom Tykwer, director alemán de películas como Corre, Lola, Corre (1998) o El perfume (2006), filmes con gran calidad narrativa y escenográfica, no equiparables con esta historia llena de vacuidades donde Alan Clay, un hombre frustrado en los negocios y presionado por las deudas universitarias de su hija, se embarca en un drástico viaje hacia Arabia saudita y es durante su estadía en este reino que Alan tratará de reconciliarse con su pasado.


Con vacuidades me refiero tanto a la historia que enlaza las acciones y el contexto, así como al relato. Es una pena que Tom Hanks , reconocido actor, interprete a este personaje, que si bien tiene instantes muy buenos donde brilla su capacidad de decir con la mirada y de problematizar con un gesto,  la trama se queda corta y no llega a entenderse hacia dónde va todo lo que se muestra en pantalla, los sucesos son tan simples, tan inverosímiles y los arcos de transformación tan superficiales y obvios que se vuelve aburridor .


Es una película donde los negociantes saudíes son más americanos que Trump, el chofer  de Clay es un personaje pintoresco (no necesariamente malo) y la doctora una especie de fetiche cultural que no termina por convencer ocasionando unas escenas amorosas por completo predecibles. Un punto a favor es que se representa con certeza los juegos propios de cualquier burocracia a la vez que Alan Clay tiene un par de momentos llenos de vida y lucidez.


Pudiendo ser una gran critica a los burócratas (no solo en Arabia, sino en la mayoría de países), a la gestión lenta cuando de reuniones con mandatarios se trata, a la jerarquía inútil y a las escalas de información por las que periodistas, negociantes y ciudadanos tienen que pasar, se convierte en una historia sosa, sin puntos claros de referencia, pues no termina por ser ni un drama independiente, ni una comedia hollywoodense.


Finalmente, es un cine digerible, perfecto para un espectador desatento que busca entretención momentánea, sin mucho por reflexionar ni cuestionar; es un cine light, pasajero, que te deja esperando a ver si por fin pasa algo realmente fundamental dentro de la trama que ocasione un buen punto de giro en Alan Clay.

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